Saúl Yurkiévich: Diez razones para leer a Cortázar

1. Razón literaria: la primera y primordial, aunque Cortázar subordine a veces lo literario a la transmisión de un conocimiento vivencial. La suya es literatura en su plenitud, o sea, producto de una imaginación en libre vuelo que moldea el lenguaje para lograr completa adecuación entre forma artística y mundo representado. Bella es su lengua y rico es su mundo.

2. Razón estética: Cortázar es consumado artífice de la palabra, maestro del arte verbal. Su arte está en relación permanente e interactiva con las otras artes. En Rayuela el texto literario está mechado de referencias a pintores y a músicos. Cortázar persigue el swing (swing ergo existo) en tanto cadencia de su prosa, su escritura es jazzística porque el jazz comunica con el fuego central.

3. Razón fabulosa: Cortázar pone en juego los poderes de la imaginación fabuladora para concebir sus ochenta mundos. Propone otro orden o desorden de lo real admitido para sobrepasarlo, para sacarnos de las casillas, para abrirnos a lo inesperado, para abrir brechas que permitan vislumbrar lo intersticial, otros modos de ser, otras posibilidades de existencia.

4. Razón existencial: Cortázar propone una fusión en caliente de la novelapoema con la novela existencial. Su persona, el sujeto atribulado con toda su carga psíquica (su conciencia febril, su fantasía, sus pasiones y pulsiones) ocupa todas las instancias del texto donde el existente se expresa viéndose vivir.

5. Razón erótica: el amor, con su carga voluptuosa y fantasmática, con todas las proyecciones del deseo, impulsa y libera de tabúes la palabra de Cortázar, la vuelve carnal y erógena. Mancomuna imaginación sexuada con imaginación verbal para llevar a su plenitud pánica la lengua afrodisíaca que todo osa, para acariciar y poseer por la palabra el cuerpo apetecido.

6. Razón lúdica: también el amor se liga a los juegos iniciáticos o preliminares, como el juego del cíclope o el de las peceras. Para Cortázar la literatura es juego que exime de todas las restricciones y gravámenes sociales, vitales y mentales. Es intermedio festivo, transporta a una zona de excepción donde se puede recuperar el albedrío.

7. Razón humorística: el juego se confabula en Cortázar con el humor para amplificar lo nimio y minimizar lo magno, para revertir, subvertir y remodelar lo prefijado, preconcebido, convencional. El humor permite salirse divertidamente de sí mismo, reflota lo patético, torna pedestre lo sublime, restablece la admisibilidad, la ductilidad, comporta desapego inteligente. El humor vacuna contra toda opresión.

8. Razón cultural: Cortázar ofrece un abanico cultural de amplitud equivalente a la de Borges, pero implica un catálogo, una biblioteca y una problemática más contemporáneos, y por ende puede que menos perennes. Cortázar está inmerso en la cultura de su tiempo, es su más activo partícipe. Instalado en el centro de la creatividad moderna, todo lo asimila y lo transforma en su propia sustancia.

9. Razón cognoscitiva: Cortázar dice que su literatura es un excipiente para hacer pasar una gnosis. Cuando no transmite, como en sus novelas, directamente, a través de un discurso disquisitivo, una carga gnómica, lo hace alegóricamente a través de los personajes en acción, o mediante sus imágenes y metáforas cargadas de conocimiento alegórico-simbólico.

10. Razón humana: Cortázar escribe su literatura para desplegar todo lo que el hombre es, puede ser y debe ser. Concibe lo literario como potenciación de lo humano, puesta en juego de facultades y disponibilidades adormecidas, de todos los posibles e imposibles humanos.

Saúl Yurkievich: Diez razones para leer a Cortázar. Publicado en Revista de la Universidad de México, Año 2004, Número 1.

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