Roald Dahl: Un cuento africano. Resumen y análisis

Roald Dahl - Un cuento africano. Resumen y análisis

En «Un cuento africano», Roald Dahl narra la historia de un joven piloto de la fuerza aérea británica durante la Segunda Guerra Mundial, que debido a un desperfecto técnico queda varado en las tierras altas de Kenia. Allí, un anciano lo auxilia y le ofrece refugio. Durante su estancia, el anciano le relata una peculiar historia sobre un extraño hombre que habitaba su propiedad, cuyo comportamiento errático y cruel con los animales desvelaba un trasfondo inquietante y perturbador. Esta narración se convierte en un sombrío reflejo de la soledad y la brutalidad escondidas en el corazón humano, mostrando el talento de Dahl para explorar las oscuridades de la naturaleza humana.

Roald Dahl - Un cuento africano. Resumen y análisis

Advertencia

El resumen y análisis que ofrecemos a continuación es sólo una semblanza y una de las múltiples lecturas posibles que ofrece el texto. De ningún modo pretende sustituir la experiencia de leer la obra en su integridad.

Resumen del cuento Un cuento africano de Roald Dahl

En «Un cuento africano» Roald Dahl comienza situándonos en el contexto de la Segunda Guerra Mundial. Tras el estallido de la guerra, un joven cazador blanco en Kenia decide alistarse en las fuerzas aéreas británicas. Durante su entrenamiento como piloto, tiene dos incidentes: uno donde decapita accidentalmente a una jirafa mientras vuela demasiado bajo, y otro donde se ve obligado a realizar un aterrizaje de emergencia debido a un fallo en el motor.

Este aterrizaje forzoso lo lleva a la propiedad de un anciano solitario, donde pasa dos días y dos noches. Durante su estancia, el anciano le cuenta una historia extraña que el piloto decide escribir a su regreso a Nairobi. Lamentablemente, el piloto muere poco después durante un entrenamiento, y es un amigo quien encuentra el manuscrito entre sus pertenencias.

La historia narrada por el anciano comienza con él escuchando los aullidos de dolor de un perro. Al investigar, descubre que Judson, un hombre que vive en una cabaña cercana, ha golpeado brutalmente al animal. El anciano mata al perro para acabar con su sufrimiento y reprende duramente a Judson por su crueldad.

En los días siguientes, el anciano nota que su vaca negra amanece sin leche. Sospechando que alguien la está ordeñando durante la noche, decide vigilar. Para su sorpresa, descubre que el responsable es una gran mamba negra que se alimenta de la leche de la vaca.

El anciano, en lugar de matar a la serpiente, decide engañar a Judson. Le convence de que un ladrón está robando la leche y lo persuade para que se esconda cerca de la vaca durante la noche para atrapar al supuesto ladrón.

Esa noche, mientras Judson espera escondido, el anciano observa desde su ventana. Cuando la mamba se acerca, el anciano alerta a Judson, quien al ver a la serpiente es mordido fatalmente. El anciano observa impasible cómo Judson muere por el veneno de la mamba.

El cuento termina con el anciano observando a la mamba beber la leche de la vaca, permitiéndole quedarse con «la parte de Judson», en un acto final de venganza contra la crueldad de este último.

El autor de Un cuento africano

El cuento «Un cuento africano» fue escrito por Roald Dahl, un reconocido autor británico nacido en Gales en 1916 y fallecido en 1990. Dahl, hijo de padres noruegos, se convirtió en uno de los escritores más influyentes y queridos del siglo XX, destacando principalmente por sus obras infantiles, aunque también produjo una considerable cantidad de literatura para adultos.

La vida de Dahl estuvo marcada por experiencias que más tarde influirían profundamente en su escritura. Durante la Segunda Guerra Mundial, sirvió como piloto de caza en la Royal Air Force, vivencia que se refleja en varios de sus trabajos, incluido «Un cuento africano». Antes de la guerra, Dahl había trabajado para la Shell Oil Company en Tanzania (entonces Tanganica), lo que le proporcionó un conocimiento directo del continente africano que luego plasmaría en algunas de sus historias.

Aunque Dahl es mundialmente famoso por sus libros infantiles como «Charlie y la fábrica de chocolate», «Matilda» y «Las brujas», su obra para adultos, menos conocida pero igualmente fascinante, revela un lado más oscuro y complejo de su narrativa. «Un cuento africano» se enmarca precisamente en esta faceta de su producción literaria.

Este relato, publicado originalmente en 1958, ejemplifica varios aspectos característicos de la escritura de Dahl para un público maduro. En él se pueden apreciar temas recurrentes en su obra como la crueldad humana, la venganza y la compleja relación entre el hombre y la naturaleza. El estilo narrativo, con sus giros inesperados y su humor negro, es típico de Dahl, quien a menudo sorprendía a sus lectores con finales impactantes.

La ambientación africana del cuento refleja las experiencias personales de Dahl en el continente, aportando autenticidad y viveza a la narración. Al mismo tiempo, la inclusión de elementos como el piloto y la guerra conecta la historia con otras facetas de la vida del autor, creando un tejido narrativo rico en referencias autobiográficas.

Análisis literario del cuento Un cuento africano de Roald Dahl

Personajes del cuento Un cuento africano

El anciano, uno de los personajes principales, es presentado como un hombre solitario que vive en las tierras altas de Kenia. Su edad avanzada y su apariencia física, descrita con detalle por Dahl, sugieren una vida de experiencias y dificultades. El anciano se revela como un individuo astuto y observador, capaz de maquinar un plan vengativo contra Judson. Su relación con los animales, especialmente con su vaca, contrasta con su aparente frialdad hacia los seres humanos, lo que añade profundidad a su carácter.

Judson, el otro personaje principal, es retratado como un hombre perturbado y cruel. Su tendencia a la violencia, especialmente hacia los animales, se manifiesta en el brutal ataque al perro del anciano. Dahl lo describe con rasgos físicos y comportamentales que sugieren inestabilidad mental, como su manera de retorcerse la oreja y su intolerancia a ciertos sonidos. La complejidad de Judson radica en la combinación de su brutalidad con una vulnerabilidad casi infantil, evidenciada en sus reacciones ante los ruidos y su miedo al supuesto ladrón de leche.

El piloto, aunque aparece brevemente, juega un papel crucial como narrador indirecto de la historia principal. Su juventud y su experiencia como aviador durante la guerra proporcionan un contraste interesante con la vida solitaria del anciano. La decisión del piloto de escribir la historia del anciano y su posterior muerte añaden un marco narrativo que aumenta la intriga del relato.

La mamba negra, aunque no es un personaje humano, desempeña un papel fundamental en la trama. Dahl la personifica de cierta manera, describiendo sus movimientos y acciones con una precisión que la convierte en un «personaje» por derecho propio. La serpiente representa la naturaleza implacable y, paradójicamente, se convierte en el instrumento de venganza del anciano.

Los animales, como el perro y la vaca, aunque no son personajes en el sentido tradicional, juegan roles importantes en la narrativa. El perro, víctima de la crueldad de Judson, sirve como catalizador para el conflicto entre los dos hombres. La vaca, con su presencia constante y su papel en la trama del robo de leche, se convierte en un elemento central alrededor del cual gira gran parte de la acción.

¿En qué escenario se desarrolla la historia?

El cuento «Un cuento africano» de Roald Dahl se desarrolla en un escenario vívido y evocador: las tierras altas de Kenia, en el África Oriental. Este entorno juega un papel crucial en la narrativa, proporcionando no solo un telón de fondo exótico, sino también influyendo directamente en la trama y en el comportamiento de los personajes.

Dahl pinta un retrato detallado de esta región, describiendo un paisaje de praderas verdes y frondosas, especialmente después de las lluvias. La narrativa destaca la altura de estas tierras, situadas a más de dos mil metros sobre el nivel del mar, lo que contribuye a crear un ambiente único. Esta elevación influye en el clima, con días cálidos y noches sorprendentemente frías, un contraste que añade textura a la historia y afecta las acciones de los personajes.

El monte Kenia, con su característica capa de nieve, domina el horizonte, proporcionando un punto de referencia constante y majestuoso. La presencia de este icónico pico africano no solo añade un elemento visual impactante al escenario, sino que también sirve como un recordatorio silencioso de la grandeza y la permanencia de la naturaleza frente a los dramas humanos que se desarrollan a sus pies.

La propiedad del anciano, donde transcurre gran parte de la acción, es descrita como un lugar aislado y solitario. La casa principal, la pequeña cabaña de Judson, y el árbol de acacia bajo el cual pasta la vaca, forman los puntos focales de este microcosmos. Este entorno limitado y aislado intensifica la tensión entre los personajes y subraya su dependencia mutua y de la naturaleza que los rodea.

La fauna africana juega un papel importante en la creación de la atmósfera del cuento. Dahl menciona leones, elefantes y jirafas, evocando la riqueza de la vida salvaje de la región. La presencia de estos animales, junto con la aparición crucial de la mamba negra, refuerza la sensación de que los personajes humanos están inmersos en un mundo natural poderoso y a menudo peligroso.

El contraste entre la belleza natural del entorno y la oscuridad de las acciones humanas que se desarrollan en él crea una tensión subyacente a lo largo de la historia. La tranquilidad aparente de las praderas y la majestuosidad del monte Kenia sirven como contrapunto a la crueldad y la venganza que se despliegan en primer plano.

¿Quién narra la historia?

«Un cuento africano» de Roald Dahl presenta una estructura narrativa compleja e interesante que emplea múltiples capas de narración. La historia principal está enmarcada por un narrador externo que introduce el contexto y presenta el manuscrito del piloto fallecido. Este narrador inicial, que podríamos considerar omnisciente, establece el tono y proporciona información crucial sobre cómo la historia llegó a ser escrita y descubierta.

Una vez que se introduce el manuscrito del piloto, la narración cambia a una perspectiva en primera persona. El piloto, aunque no es el protagonista de la historia central, actúa como un narrador testigo. Él relata su experiencia de aterrizaje forzoso y su encuentro con el anciano, proporcionando así el marco para la historia principal. Este narrador en primera persona añade un nivel de inmediatez y credibilidad a la narración, ya que presenta los eventos como una experiencia personal directa.

Sin embargo, cuando el piloto comienza a contar la historia que le relató el anciano, la narración vuelve a cambiar. Aquí, Dahl emplea un narrador en tercera persona omnisciente para relatar los eventos que involucran al anciano, Judson y la mamba negra. Este narrador tiene acceso a los pensamientos y sentimientos de los personajes, especialmente del anciano, y puede describir eventos que ocurren fuera de la presencia de cualquier personaje específico.

Esta transición a un narrador omnisciente permite a Dahl explorar en profundidad la psicología de los personajes y proporcionar descripciones detalladas del entorno y las acciones, incluyendo las de la mamba negra. También permite al lector tener una visión más amplia de los eventos que la que tendría si la historia se mantuviera estrictamente desde la perspectiva del piloto o del anciano.

Es importante notar que, aunque la historia principal es narrada en tercera persona, está filtrada a través de la interpretación del piloto, quien la está escribiendo basándose en el relato del anciano. Esto añade una capa adicional de complejidad a la narración, ya que el lector debe considerar la posibilidad de que la historia haya sido modificada o reinterpretada en el proceso de ser contada, escuchada y luego escrita.

Esta estructura narrativa en capas —desde el narrador inicial que presenta el manuscrito, pasando por el piloto como narrador testigo, hasta el narrador omnisciente de la historia principal— crea una rica textura narrativa. Permite a Dahl jugar con diferentes perspectivas y niveles de conocimiento, añadiendo profundidad y complejidad a la historia. También sirve para distanciar al lector de los eventos más perturbadores de la trama, al tiempo que mantiene un sentido de autenticidad y credibilidad en la narración.

¿Qué temas desarrolla la historia?

En «Un cuento africano», Roald Dahl explora varios temas profundos y complejos que se entrelazan a lo largo de la narrativa, creando una historia rica en significado. Uno de los temas centrales es la soledad y el aislamiento. El anciano vive solo en las tierras altas de Kenia, lejos de la civilización, y su interacción con el piloto es presentada como un evento raro y significativo. Esta soledad no solo es física sino también emocional, reflejada en la forma en que el anciano se relaciona más con los animales que con los humanos. La soledad de Judson también es palpable, manifestándose en su comportamiento errático y su intolerancia a ciertos sonidos, sugiriendo que el aislamiento puede tener efectos profundos en la psique humana.

La crueldad y la violencia son temas recurrentes en la historia. La brutalidad de Judson hacia el perro es el catalizador de los eventos subsiguientes y revela una faceta oscura de la naturaleza humana. Dahl examina cómo la crueldad puede surgir de la frustración y el aislamiento, y cómo puede desencadenar un ciclo de violencia. La respuesta del anciano a esta crueldad, aunque menos directa, es igualmente brutal en su premeditación y ejecución, planteando preguntas sobre la justificación de la violencia y los límites de la moralidad en situaciones extremas.

La venganza es otro tema principal que Dahl desarrolla con maestría. La elaborada trama del anciano para castigar a Judson por su crueldad hacia el perro revela la profundidad del deseo de retribución. Este tema explora las consecuencias de nuestras acciones y cómo la búsqueda de venganza puede consumir y transformar a una persona. Dahl plantea la cuestión de si la venganza puede traer satisfacción o si simplemente perpetúa un ciclo de violencia y sufrimiento.

La relación entre los seres humanos y la naturaleza es un tema subyacente pero omnipresente en la historia. El entorno africano no es simplemente un telón de fondo, sino un personaje en sí mismo, influyendo en las acciones y estados mentales de los personajes. La mamba negra, en particular, simboliza la fuerza implacable de la naturaleza, que no distingue entre bien y mal según los estándares humanos. Dahl explora cómo los humanos intentan dominar o coexistir con la naturaleza, y cómo esta relación puede ser tanto simbiótica como antagónica.

El poder de las historias y la narración también es un tema importante. El cuento está enmarcado como una historia dentro de otra historia, resaltando cómo las experiencias se transmiten y transforman a través de la narración. El hecho de que el anciano sienta la necesidad de contar su historia al piloto, y que este a su vez la escriba, sugiere el poder catártico y preservador de la narración.

Finalmente, Dahl aborda el tema de la moralidad y la justicia en un entorno aislado. En la ausencia de estructuras sociales formales, los personajes se ven obligados a definir y aplicar su propio sentido de la justicia. Esto plantea preguntas sobre la naturaleza de la moralidad: ¿es universal o está determinada por el contexto? ¿Cómo juzgamos las acciones cuando no hay un sistema legal formal para guiarnos?

A través de estos temas interconectados, Dahl crea una narrativa compleja que invita a la reflexión sobre la naturaleza humana, nuestras relaciones con los demás y con el mundo natural, y los límites de la moralidad en situaciones extremas. La profundidad con la que explora estos temas en un espacio tan limitado es testimonio de su habilidad como narrador y de su comprensión de las complejidades de la experiencia humana.

¿Qué estilo de escritura emplea el autor?

En «Un cuento africano» Roald Dahl emplea una prosa directa y económica, evitando florituras innecesarias, lo que permite que la narración avance a un ritmo constante y envolvente. Esta economía de lenguaje no impide, sin embargo, que Dahl cree descripciones vívidas y evocadoras, especialmente del paisaje africano y de los personajes principales.

El autor utiliza hábilmente la técnica del contraste para aumentar el impacto emocional de la historia. Por ejemplo, yuxtapone la belleza serena del paisaje keniano con la crueldad y la violencia de las acciones humanas. Este contraste se extiende también a la caracterización, donde la aparente calma del anciano se contrapone con la naturaleza perturbada de Judson, creando una tensión subyacente que permea toda la narración.

Dahl emplea una estructura narrativa en capas, utilizando la técnica de la historia dentro de la historia. Comienza con un marco narrativo que introduce el manuscrito del piloto, luego pasa a la narración en primera persona del piloto, y finalmente a la historia principal narrada en tercera persona. Esta técnica permite a Dahl jugar con diferentes perspectivas y añadir profundidad a la narración, al tiempo que crea un sentido de autenticidad y distancia emocional de los eventos más perturbadores.

El uso del diálogo es otra técnica que Dahl maneja con maestría. Los intercambios entre el anciano y Judson son breves pero cargados de significado, revelando mucho sobre los personajes y sus motivaciones sin necesidad de largas exposiciones. El diálogo también sirve para aumentar la tensión y avanzar la trama de manera eficiente.

La caracterización indirecta es otra técnica prominente en el cuento. En lugar de describir explícitamente la psicología de los personajes, Dahl revela sus personalidades a través de sus acciones, diálogos y reacciones. Esto es particularmente efectivo en la caracterización de Judson, cuya inestabilidad mental se manifiesta en su comportamiento errático y sus reacciones exageradas a ciertos estímulos.

Dahl también emplea la técnica del suspense de manera efectiva. La revelación gradual de la verdadera naturaleza del «ladrón de leche» y el plan del anciano mantienen al lector en vilo. El autor dosifica cuidadosamente la información, creando expectativas y subvirtiéndolas para mantener el interés del lector hasta el final.

El simbolismo es otra herramienta que Dahl utiliza con sutileza. La mamba negra, por ejemplo, puede interpretarse como un símbolo de la naturaleza implacable o de la justicia ciega. La vaca, por otro lado, podría simbolizar la inocencia o la pasividad en medio del conflicto humano.

Finalmente, Dahl emplea un tono objetivo y distante en la narración de los eventos más perturbadores, lo que paradójicamente aumenta su impacto emocional. Esta técnica de narración desapasionada de eventos horribles es característica del estilo de Dahl y contribuye a la atmósfera inquietante del cuento.

¿Cómo influencia a la historia el contexto histórico y cultural en que fue escrita?

El contexto histórico y cultural en el que Roald Dahl escribió «Un cuento africano» influye significativamente en la narrativa y los temas explorados en la historia. El cuento, publicado en 1958, se sitúa en un período crucial de la historia africana y refleja varias realidades y percepciones de la época.

En primer lugar, la ambientación en Kenia durante la Segunda Guerra Mundial es fundamental para la trama. Este período marcó el inicio del fin del dominio colonial británico en África, aunque la independencia de Kenia no llegaría hasta 1963. La presencia de personajes blancos en roles de poder o autoridad (el piloto, el anciano) refleja la estructura social colonial de la época. El hecho de que estos personajes vivan en tierras altas de Kenia, áreas tradicionalmente ocupadas por colonos blancos, es un reflejo directo de las políticas de asentamiento colonial.

La representación de África como un lugar exótico y peligroso, aunque hermoso, es característica de la literatura de la época. Dahl, que había vivido en Tanzania en la década de 1930, aporta autenticidad a las descripciones del paisaje y la vida silvestre, pero también perpetúa ciertas percepciones occidentales sobre África como un lugar salvaje y misterioso. Esta visión de África como «el otro» exótico era común en la literatura británica de mediados del siglo XX.

El contexto de la Segunda Guerra Mundial, aunque no es central en la trama principal, proporciona un telón de fondo importante. La mención de la guerra y el papel del protagonista como piloto de la RAF reflejan la participación global en el conflicto, incluso en lugares tan remotos como las tierras altas de Kenia. Esto subraya la interconexión del mundo colonial con los eventos globales.

La ausencia notable de personajes africanos en roles significativos en la historia es un reflejo de las actitudes coloniales de la época. Los africanos son mencionados solo de pasada (como posibles ladrones de leche), lo que indica la marginación de las poblaciones locales en las narrativas dominantes de la época colonial.

El tema de la soledad y el aislamiento que permea la historia puede interpretarse como un comentario sobre la experiencia de los colonos blancos en África. La vida solitaria del anciano y la inestabilidad mental de Judson podrían ser vistas como representaciones de los desafíos psicológicos enfrentados por los europeos que vivían en entornos coloniales aislados.

La relación entre los humanos y la naturaleza, central en el cuento, refleja las actitudes de la época hacia el entorno africano. La lucha contra (y a veces la colaboración con) las fuerzas de la naturaleza era un tema común en la literatura colonial y poscolonial temprana.

El estilo de narración en capas, con la historia del anciano siendo contada por el piloto y luego encontrada como un manuscrito, es reminiscente de las técnicas narrativas utilizadas en la literatura de aventuras y viajes de la época colonial. Esta estructura añade un aire de misterio y autenticidad a la historia, típico de los relatos de «aventuras africanas» populares en la literatura británica de la época.

La exploración de temas como la crueldad, la venganza y la justicia en un entorno aislado puede verse como un comentario sobre la naturaleza del poder y la moralidad en situaciones coloniales, donde las estructuras legales y sociales normales pueden estar ausentes o ser menos efectivas.

Conclusiones y comentario general sobre Un cuento africano de Roald Dahl

«Un cuento africano» de Roald Dahl se erige como una obra que trasciende las expectativas convencionales de la narrativa corta. En esta historia, Dahl logra entrelazar hábilmente elementos de suspense, drama psicológico y comentario social, creando un tapiz narrativo que desafía al lector a reflexionar sobre la complejidad de la naturaleza humana y su lugar en el mundo natural.

La fuerza del cuento radica en su capacidad para evocar una gama de emociones y reflexiones sin recurrir a moralejas explícitas o juicios categóricos. Dahl presenta un escenario moralmente ambiguo donde las líneas entre lo correcto y lo incorrecto se difuminan, invitando al lector a cuestionar sus propias percepciones sobre la justicia y la venganza. Esta ambigüedad moral, lejos de ser un defecto, es una de las mayores fortalezas de la obra, pues refleja la complejidad de la experiencia humana y resiste interpretaciones simplistas.

La habilidad de Dahl para crear tensión y mantener el interés del lector es particularmente notable. A través de una dosificación cuidadosa de la información y un manejo experto del ritmo narrativo, el autor construye un ambiente de creciente inquietud que culmina en un desenlace tan impactante como inevitable. Este control sobre la tensión narrativa demuestra la maestría de Dahl en el género del cuento corto.

Desde una perspectiva literaria, «Un cuento africano» puede interpretarse como una exploración de los límites de la civilización y la moralidad cuando se enfrentan a la cruda realidad de la naturaleza y el aislamiento. El contraste entre la belleza serena del paisaje africano y la oscuridad de las acciones humanas sirve como un potente recordatorio de la dualidad inherente a la condición humana.

La obra también destaca por su tratamiento sutil pero efectivo de temas como el colonialismo y la alienación cultural. Aunque estos aspectos no están en primer plano, subyacen en la narrativa y añaden capas adicionales de significado que enriquecen la lectura y la reflexión posterior.

En última instancia, «Un cuento africano» se revela como una obra que trasciende su contexto histórico y geográfico específico para abordar cuestiones universales sobre la moralidad, la justicia y la naturaleza humana. La capacidad de Dahl para crear una historia que es a la vez específica en sus detalles y universal en sus temas es un testimonio de su habilidad como narrador.

Guía de lectura: ¿Para qué edades sería recomendado el cuento Un cuento africano?

«Un cuento africano» de Roald Dahl, a pesar de ser obra de un autor conocido principalmente por su literatura infantil, es una narración que se dirige claramente a un público adulto. La complejidad de los temas tratados, la crudeza de ciertas escenas y la profundidad psicológica de los personajes hacen que este cuento sea más adecuado para lectores maduros, capaces de procesar y reflexionar sobre contenidos emocionalmente intensos y moralmente ambiguos.

Considerando estos aspectos, el cuento sería recomendable para lectores a partir de los 16 o 17 años. A esta edad, los jóvenes generalmente han desarrollado la madurez emocional y cognitiva necesaria para abordar temas como la crueldad, la venganza y la soledad de manera crítica y reflexiva. Además, están en una etapa en la que pueden apreciar las sutilezas de la narración y las capas de significado que Dahl incorpora en su historia.

Para lectores adultos, «Un cuento africano» ofrece una experiencia literaria rica y desafiante. La obra puede ser especialmente atractiva para aquellos interesados en la literatura que explora la complejidad de la naturaleza humana, las dinámicas de poder en entornos aislados y las relaciones entre los seres humanos y el mundo natural. Los adultos con un interés en la historia colonial africana o en la obra menos conocida de Roald Dahl encontrarán en este cuento un material particularmente fascinante para el análisis y la discusión.

Es importante señalar que, debido a la presencia de violencia y temas perturbadores, el cuento puede no ser adecuado para lectores sensibles, independientemente de su edad. Los educadores o padres que consideren recomendar esta obra a lectores más jóvenes deberían estar preparados para discutir los temas complejos que presenta y proporcionar contexto histórico y cultural cuando sea necesario.

Roald Dahl - Un cuento africano. Resumen y análisis
  • Autor: Roald Dahl
  • Título: Un cuento africano
  • Título Original: An African Story
  • Publicado en: Jack London’s Adventure Magazine, octubre de 1958

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