Manuel Mujica Láinez: Lumbi (1583)
Había caminado la noche entera sin darse descanso. Al alba, se tumbó entre unos pajonales frente al río. Estaba en la región que empezaba a llamarse Montes Grandes, por sus
Había caminado la noche entera sin darse descanso. Al alba, se tumbó entre unos pajonales frente al río. Estaba en la región que empezaba a llamarse Montes Grandes, por sus
Los dos médicos cruzan el zaguán hablando en voz baja. Su juventud puede más que sus barbas y que sus levitas severas, y brilla en sus ojos claros. Uno de
Alrededor de la empalizada desigual que corona la meseta frente al río, las hogueras de los indios chisporrotean día y noche. En la negrura sin estrellas meten más miedo todavía.
Si salía, encerraba a los gatos. Los buscaba, debajo de los muebles, en la ondulación de los cortinajes, detrás de los libros, y los llevaba en brazos, uno a uno,
¿Cuántos días, cuántos crueles, torturadores días hace que viajan así, sacudidos, zangoloteados, golpeados sin piedad contra la caja de la galera, aprisionados en los asientos duros? Catalina ha perdido la