Miguel Hernández: Nanas de la cebolla
(Dedicadas a su hijo, a raíz de recibir una carta de su mujer, en la que le decía que no comía más que pan y cebolla.) La cebolla es escarchacerrada
(Dedicadas a su hijo, a raíz de recibir una carta de su mujer, en la que le decía que no comía más que pan y cebolla.) La cebolla es escarchacerrada
Andaluces de Jaén,aceituneros altivos,decidme en el alma: «¿Quién,quién levantó los olivos?» No los levantó la nada,ni el dinero, ni el señor,sino la tierra callada,el trabajo y el sudor. Unidos al
Sentado sobre los muertosque se han callado en dos meses,beso zapatos vacíosy empuño rabiosamentela mano del corazóny el alma que lo mantiene. Que mi voz suba a los montesy baje
Una vez había un potro oscuro. Su nombre era Potro-Obscuro. Siempre se llevaba a los niños y las niñas a la gran ciudad del Sueño. Se les llevaba todas las
Todas las madres del mundo,ocultan el vientre, tiemblan,y quisieran retirarsea virginidades ciegas,el origen solitarioy el pasado sin herencia. Pálida, sobrecogidala fecundidad se queda.El mar tiene sed y tienesed de ser