Ernest Hemingway: Allá en Michigan
Jim Gilmore llegó a Hortons Bay procedente de Canadá y compró la herrería al viejo Horton. Era bajo y moreno, con grandes bigotes y manos grandes. Era bueno poniendo herraduras
Jim Gilmore llegó a Hortons Bay procedente de Canadá y compró la herrería al viejo Horton. Era bajo y moreno, con grandes bigotes y manos grandes. Era bueno poniendo herraduras
DURANTE más de ciento cincuenta años la familia Schroll había estado instalada en Tanbendorf, siendo generalmente respetada por sus conocimientos y sus refinados modales por encima de lo habitual en
¡Caperucita Roja! ¡Pobre muñeca rubia, cuya historia tanto hemos escuchado sin penetrar nunca la tragedia de su alma de flor! Como ustedes saben, Caperucita era buena, pero curiosa. Amó demasiado
Un pequeño mal por un gran bien Cuento africano Es máxima falsamente asentada que no está permitido hacer un mal pequeño del que podría resultar un bien mayor. San Agustín
Qué espiritual y bella vida llevaban los Claxton en su casita del Common! Hasta el gato era vegetariano —al menos oficialmente—, hasta el gato. Lo cual hacía de todo punto
—¿Dónde está mi pene? —grité angustiadamente a las diez de la mañana de un grisáceo día primaveral. Había amanecido soleado. Eran las ocho. Después, unos nubarrones oscuros cubrieron el cielo,