Nathaniel Hawthorne: Feathertop

Nathaniel Hawthorne

—¡Dickon! —gritó la Madre Rigby—. ¡Un tizón para mi pipa! La pipa estaba en la boca de la anciana cuando pronunció estas palabras. La había insertado allí después de cargarla con tabaco, pero sin agacharse para encenderla en la lumbre de la chimenea, donde en verdad no había señas de que hubieran atizado el fuego … Leer más

Horacio Quiroga: La tortuga gigante

Horacio Quiroga - La tortuga gigante

En «La tortuga gigante», cuento publicado en Fray Mocho en 1916 y recogido luego en Cuentos de la selva (1918), Horacio Quiroga relata la historia de un hombre que se traslada al monte para recuperarse de una enfermedad. Allí se dedica a la caza, pero un día, tras salvar a una tortuga gigante de las fauces de un jaguar, decide cuidarla. Lo que el hombre no sabía es que ese gesto de bondad le sería recompensado de una forma muy peculiar.

Aleksandr Pushkin: La dama de pique

Aleksandr Pushkin

La dama de pique significa malevolencia secreta. Cartomancia moderna   I En los días de lluvia se reunían a menudo; apostaban —Dios los perdone– de cincuenta a cien, ganaban y apuntaban sus ganancias con tiza. Así, en los días de lluvia estaban ocupados todos[1]. Una vez se jugó a las cartas[2] en casa de Narúmov, … Leer más

Roberto Arlt: El jorobadito

Roberto Arlt

LOS DIVERSOS y exagerados rumores desparramados con motivo de la conducta que observé en compañía de Rigoletto, el jorobadito, en la casa de la señora X, apartaron en su tiempo a mucha gente de mi lado. Sin embargo, mis singularidades no me acarrearon mayores desventuras, de no perfeccionarlas estrangulando a Rigoletto. Retorcerle el pescuezo al … Leer más

María Luisa Bombal: El árbol

María Luisa Bombal

El pianista se sienta, tose por prejuicio y se concentra un instante. Las luces en racimo que alumbran la sala declinan lentamente hasta detenerse en un resplandor mortecino de brasa, al tiempo que una frase musical comienza a subir en el silencio, a desenvolverse, clara, estrecha y juiciosamente caprichosa. “Mozart, tal vez” — piensa Brígida. … Leer más

Roberto Bolaño: Jim

Roberto Bolaño

Hace muchos años tuve un amigo que se llamaba Jim y desde entonces nunca he vuelto a ver a un norteamericano más triste. Desesperados he visto muchos. Tristes, como Jim, ninguno. Una vez se marchó a Perú, en un viaje que debía durar más de seis meses, pero al cabo de poco tiempo volví a … Leer más