Ray Bradbury: La ciudad

Ray Bradbury - La ciudad

«La ciudad» (The City) es un cuento de Ray Bradbury, publicado en julio de 1950 en la revista Startling Stories e incluido después en The Illustrated Man (1951). En un planeta lejano, entre torres oscuras y calles vacías, una urbe milenaria parece sumida en una interminable espera. Todo cambia cuando un cohete terrestre desciende cerca y un grupo de exploradores se interna en sus murallas silenciosas, sin sospechar el misterio que los rodea ni el enigma oculto en sus estructuras.

Isaac Asimov: ¡Embustero!

Isaac Asimov - ¡Embustero!

«¡Embustero!» (Liar!) es un cuento de Isaac Asimov publicado en mayo de 1941 en la revista Astounding Science-Fiction e incluido más tarde en el libro I, Robot (1950). La historia presenta al robot RB-34, apodado Herbie, que de manera imprevista desarrolla la capacidad de leer la mente humana. Este hecho desconcierta a los ingenieros de U.S. Robots, especialmente a la robopsicóloga Susan Calvin, quienes deciden investigar el alcance y las posibles consecuencias de esta facultad. Mientras el equipo examina el caso, Herbie se convierte en un desafío inédito para la ciencia robótica y plantea preguntas sobre la intimidad y los efectos que tal poder podría tener en las personas.

Joanna Russ: Cuando las cosas cambiaron

Joanna Russ - Cuando las cosas cambiaron

«Cuando las cosas cambiaron» (When It Changed) es un cuento de ciencia ficción escrito por Joanna Russ, publicado en 1972 en la antología Again, Dangerous Visions y galardonado con el premio Nebula en 1973. Ambientado en el planeta Whileaway, donde las mujeres han vivido sin presencia masculina durante siglos, el relato sigue a Janet y a su esposa, Katy, mientras enfrentan la inesperada llegada de un grupo de hombres procedentes de la Tierra. A través de la mirada de Janet, la narración explora la vida cotidiana en una sociedad exclusivamente femenina y el desconcierto que provocan los recién llegados, cuyas actitudes revelan una visión del mundo profundamente distinta.

Philip K. Dick: Las prepersonas

Philip K. Dick - Las prepersonas

«Las prepersonas» (The Pre-Persons) es un polémico cuento de Philip K. Dick, publicado en octubre de 1974 en The Magazine of Fantasy and Science Fiction. En un futuro distópico en el que el aborto es legal hasta los doce años, un niño huye al ver acercarse el camión que recoge a los menores no deseados para llevarlos a una institución estatal, donde una prueba de álgebra determina si tienen o no «alma». Aunque su madre intenta calmarlo con argumentos legales, el miedo persiste. En el relato, Dick plantea una premisa perturbadora donde el derecho a la vida y la dignidad humana quedan sujetos a criterios burocráticos y arbitrarios.

E. M. Forster: La máquina se detiene

E. M. Forster - La máquina se detiene

«La máquina se detiene» (The Machine Stops) es un cuento de ciencia ficción escrito por E. M. Forster, publicado en 1909 en la revista The Oxford and Cambridge Review. La historia transcurre en un futuro distópico, donde la Tierra ha quedado devastada y la humanidad vive bajo tierra, en completo aislamiento. Las personas habitan celdas individuales, sin contacto físico, y se comunican exclusivamente por videoconferencia. Todo lo provee una inmensa Máquina, que regula cada aspecto de la vida. Vashti, ferviente defensora de este sistema, recibe un mensaje de su hijo Kuno: ha transgredido las normas y necesita verla en persona para contarle algo que no puede transmitir por medios mecánicos.

Jack Williamson: Con los brazos cruzados

Jack Williamson - Con los brazos cruzados

«Con los brazos cruzados» (With Folded Hands…) es un relato de ciencia ficción escrito por Jack Williamson, publicado en julio de 1947 en la revista Astounding Science Fiction. Narra la historia de Underhill, un vendedor de androides que observa con inquietud la apertura de una misteriosa tienda en su ciudad. En ella se ofrecen mecánicos humanoides, impecables y solícitos, cuyo lema es: servir, obedecer y proteger al ser humano de cualquier daño. Su diseño es fascinante, su eficiencia es absoluta. Sin embargo, su presencia, tan repentina como envolvente, despierta en Underhill una sutil inquietud que no logra explicar, como si no solo el destino de su tienda estuviera amenazado.