O. Henry: Veinte años después
El policía efectuaba su ronda por la avenida con un aspecto imponente. Esa imponencia no era exhibicionismo, sino lo habitual en él, pues los espectadores escaseaban. Aunque apenas eran las
El policía efectuaba su ronda por la avenida con un aspecto imponente. Esa imponencia no era exhibicionismo, sino lo habitual en él, pues los espectadores escaseaban. Aunque apenas eran las
UN dólar con ochenta y siete centavos: eso era todo. Y, además, sesenta de los centavos en moneda menuda, en peniques ahorrados con trabajo, uno a uno o dos a