«La gallina degollada», cuento de Horacio Quiroga, narra la historia de un matrimonio, Mazzini y Berta, cuya vida se ve marcada por una profunda tragedia familiar. Tras el nacimiento de su primer hijo, quien durante sus primeros meses parece desarrollarse con normalidad, el niño sufre un grave deterioro en su salud que le deja con severas limitaciones cognitivas. Esta situación se repite con sus tres siguientes hijos, sumiendo a la pareja en una profunda desesperación y un dolor insondable.
La llegada de Bertita, su quinta hija, quien no presenta las mismas condiciones que sus hermanos, ofrece un rayo de esperanza y alegría a la atribulada pareja. Sin embargo, la historia toma un giro oscuro y perturbador, revelando las tensiones y conflictos subyacentes en la dinámica familiar. En un día trágico, los eventos se desencadenan de manera imprevista, culminando en un desenlace impactante que pone de manifiesto las profundas fisuras emocionales y psicológicas dentro de la familia.
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Advertencia
El resumen y análisis que ofrecemos a continuación es sólo una semblanza y una de las múltiples lecturas posibles que ofrece el texto. De ningún modo pretende sustituir la experiencia de leer la obra en su integridad.
Resumen del cuento «La gallina degollada» de Horacio Quiroga
El cuento «La gallina degollada» de Horacio Quiroga es una narración desgarradora que explora la tragedia, la desesperación y el horror dentro de una familia. La historia se centra en el matrimonio Mazzini-Ferraz y sus cinco hijos, cuatro de los cuales sufren de una condición que los deja en un estado de severas limitaciones cognitivas.
La trama se desenvuelve en torno a la pareja, Mazzini y Berta, quienes al principio de su matrimonio se ven llenos de ilusión y amor. Sin embargo, su felicidad se ve abruptamente interrumpida cuando su primer hijo, a los dieciocho meses, sufre convulsiones y pierde sus capacidades mentales, quedando en estado de gran menoscabo intelectual. La angustia y desesperación de los padres se profundiza cuando sus tres hijos siguientes nacen con la misma condición, repitiendo el mismo patrón de desarrollo normal seguido de un repentino declive cognitivo.
La pareja, desesperada por tener un hijo sano, decide intentarlo una vez más y nace Bertita, su única hija sin la condición que afecta a sus hermanos. Bertita se convierte en el centro de atención y amor de sus padres, mientras que los cuatro hijos mayores son relegados y prácticamente abandonados, viviendo en un estado de negligencia y olvido.
El cuento llega a su clímax en un día particularmente tenso, cuando los conflictos y reproches entre Mazzini y Berta alcanzan un punto álgido. La pequeña Bertita, ajena al tormento de sus padres, juega en el patio, lugar donde habitualmente se encuentran sus hermanos. Los cuatro hijos, que habían observado cómo la sirvienta degollaba una gallina esa mañana, deciden repetir la acción con su hermana menor. En un acto de imitación atroz y desgarrador, toman a la niña, la llevan a la cocina y proceden a quitarle la vida.
El final del cuento es trágico y horroroso. Mazzini y Berta descubren a su hija muerta en la cocina, en una escena que refleja el sacrificio de la gallina. Este desenlace no solo representa la culminación de la tragedia, sino también simboliza la descomposición y el fracaso total del núcleo familiar, marcado por el horror, la desesperación y la locura.
El autor de «La gallina degollada»
«La gallina degollada» es una obra del célebre escritor uruguayo Horacio Quiroga (1878-1937), un maestro indiscutible del cuento latinoamericano. Quiroga nació en Salto, Uruguay, y su vida estuvo marcada por tragedias personales que influyeron profundamente en su obra literaria. Su padre murió en un accidente de caza cuando Quiroga era muy joven, y años después, su padrastro se suicidó frente a él. Estos eventos trágicos, sumados a la temprana muerte de su esposa por envenenamiento con mercurio, tejen un hilo de tragedia y oscuridad que se refleja en sus narraciones.
Quiroga se trasladó a la región de Misiones en Argentina, donde vivió gran parte de su vida. La selva misionera, con su exuberante naturaleza y ambiente a menudo hostil, sirvió de escenario para muchas de sus historias. En ellas, explora la relación del hombre con la naturaleza, a menudo hostil y despiadada, y la lucha por la supervivencia. Su estilo está influenciado por autores como Edgar Allan Poe y Rudyard Kipling, y se caracteriza por una narrativa directa, un lenguaje preciso y una atmósfera opresiva que a menudo desemboca en finales trágicos o inesperados.
En el contexto de su obra, «La gallina degollada» se sitúa dentro de la temática recurrente de Quiroga sobre la fatalidad y la desesperanza humana. Escrito en 1909, este cuento forma parte de su colección «Cuentos de amor, de locura y de muerte» (1917), y es representativo de su interés por explorar los aspectos más oscuros de la psique humana. En este cuento, Quiroga no solo aborda temas como la tragedia familiar y la desesperación, sino que también indaga en la crueldad y el abandono, elementos recurrentes en su narrativa.
Análisis del cuento «La gallina degollada» de Horacio Quiroga
Personajes de «La gallina degollada»
Mazzini: Es el padre de la familia. Su personaje refleja un profundo sufrimiento y desesperación frente a la condición de sus hijos. Mazzini es un hombre inicialmente lleno de esperanzas y sueños, pero que se ve abrumado por la tragedia. Su carácter evoluciona desde un amor paternal genuino hasta un estado de resentimiento y desesperación, reflejando el impacto emocional y psicológico que la situación de sus hijos tiene en él.
Berta: La madre de los niños. Al igual que Mazzini, Berta se enfrenta a una transformación emocional a lo largo del cuento. Su desesperación por la salud de sus hijos y la llegada de Bertita revela tanto su capacidad de amor como la facilidad con que este amor puede ser eclipsado por la tragedia. Su complejidad como personaje yace en su fluctuación entre el cuidado maternal y la angustia.
Los cuatro hijos mayores: Aunque no se individualizan por nombres o personalidades distintas, estos hijos representan el núcleo de la tragedia de la historia. Su condición, que los deja con severas limitaciones cognitivas, sirve como un espejo de la desesperación y el conflicto interno de los padres. A través de ellos, Quiroga explora temas como la inocencia, la vulnerabilidad y las consecuencias del abandono y la marginación.
Bertita: La hija menor, cuya salud y normalidad contrastan agudamente con la condición de sus hermanos. Bertita simboliza la esperanza y el deseo de normalidad de sus padres. Su presencia en la historia es crucial, ya que agudiza la división en la familia y se convierte en el catalizador del clímax de la historia.
El escenario en que se desarrolla la historia
«La gallina degollada» de Horacio Quiroga se desarrolla en un escenario que refleja y amplifica la tensión y la desesperanza que impregnan la trama. El cuento se ambienta principalmente en tres espacios: la casa de la familia Mazzini-Ferraz, el patio trasero de esta vivienda y la cocina.
La casa, que debería ser un refugio de amor y protección, se transforma en un lugar de angustia y desolación. Las descripciones del interior de la casa reflejan la atmósfera de abandono y negligencia que rodea a los cuatro hijos mayores, relegados y olvidados en un rincón. Este espacio, en lugar de ser acogedor, se convierte en un testimonio silencioso del deterioro de la unidad familiar y de la creciente distancia emocional entre los padres y sus hijos. El contraste entre el cuidado y la atención dedicados a Bertita, la hija menor, y el abandono de los otros hijos, se hace patente en la división espacial dentro de la casa, marcando una línea entre el cariño y el descuido.
Por otro lado, el patio trasero de la casa es un espacio crucial para el desarrollo de la historia. Aquí, los hijos mayores pasan la mayor parte de su tiempo, un lugar al aire libre pero cerrado, que simboliza una libertad limitada y controlada. Este patio, que en circunstancias normales sería un lugar de juegos y alegría infantil, se convierte en un escenario de tragedia.
Finalmente, en la cocina es donde se desarrolla el desenlace de la historia. La cocina, un espacio habitualmente vedado a los niños mayores, se convierte en el escenario donde estos aprenden a cegar la vida de un ser vivo. Es en la cocina donde los niños ven degollar a la gallina y es en este espacio donde proceden a hacer lo mismo con su hermana.
El narrador en «La gallina degollada»
«La gallina degollada» es narrada por un narrador omnisciente en tercera persona. Este narrador no participa en la acción del cuento, sino que relata los eventos desde una perspectiva externa, ofreciendo una visión amplia y detallada tanto de los acontecimientos como de los pensamientos y emociones de los personajes.
La omnisciencia del narrador permite una exploración profunda de los estados mentales y emocionales de los protagonistas, especialmente de los padres, Mazzini y Berta. A través de esta perspectiva, Quiroga logra sumergir al lector en la desesperación y angustia que consumen a la pareja, así como en su creciente distancia emocional y su lucha por enfrentar la tragedia que afecta a su familia. Esta visión íntima es crucial para comprender la dinámica y el deterioro progresivo de las relaciones familiares.
Además, el narrador omnisciente es fundamental para construir la atmósfera opresiva y la tensión creciente que caracterizan al cuento. Al proporcionar detalles de los entornos, las acciones y las reacciones de los personajes, el narrador crea una sensación de inminencia y fatalidad que permea toda la historia. Este enfoque narrativo permite a Quiroga jugar con el contraste entre la inocencia aparente de los actos de los hijos y el horror que subyace en ellos, una tensión que culmina en el impactante clímax del cuento.
La elección de un narrador omnisciente también refuerza uno de los temas centrales del cuento: la inevitabilidad del destino y la impotencia humana. Al conocer los pensamientos y motivaciones de los personajes, así como los detalles de su entorno, el lector se convierte en un observador que anticipa la tragedia, pero, al igual que los personajes, es incapaz de evitarla. Esta impotencia se refleja en la narrativa, que avanza inexorablemente hacia un final ya presagiado.
Principales temas que desarrolla Quiroga en «La gallina degollada»
Desintegración familiar: Este cuento explora la desintegración progresiva de la familia Mazzini-Ferraz, un proceso desencadenado y exacerbado por la tragedia de tener cuatro hijos con severas discapacidades mentales. Quiroga detalla meticulosamente cómo la relación entre Mazzini y Berta, inicialmente llena de esperanza y amor, se deteriora bajo el peso de la desgracia y el resentimiento mutuo. La llegada de Bertita, su quinta hija, saludable y normal, agudiza aún más las tensiones, creando una división palpable en la familia entre el amor y la atención otorgados a ella y el descuido hacia sus hermanos. Esta dinámica familiar es un reflejo de las actitudes sociales hacia la discapacidad en la época de Quiroga, marcadas por la ignorancia y la marginación. El cuento culmina con un acto de violencia que simboliza el colapso total de la estructura familiar, un desenlace que Quiroga utiliza para ilustrar cómo la falta de comprensión y empatía puede llevar a consecuencias devastadoras.
Inocencia corrompida: La tragedia de los cuatro hijos mayores representa una inocencia corrompida. Estos niños, atrapados en cuerpos que crecen mientras sus mentes permanecen en un estado primitivo, son al principio presentados casi como seres puros, cuya condición no es resultado de sus acciones sino de un cruel giro del destino. Sin embargo, su acto final de violencia extrema, imitando la acción de degollar una gallina que habían observado, revela una corrupción de esta inocencia. Quiroga explora cómo la inocencia, en su forma más primitiva y sin la guía adecuada, puede ser moldeada por las circunstancias y convertirse en algo monstruoso. La tragedia de Bertita, la hermana menor, subraya este tema: su inocencia es destruida no solo por el acto violento de sus hermanos, sino también por la negligencia emocional y física de sus padres hacia sus otros hijos.
Fatalidad del destino: El tema de la fatalidad del destino es central en la obra de Quiroga, y en «La gallina degollada» se manifiesta en la inevitable repetición de la tragedia. A pesar de los esfuerzos de los padres por tener un hijo sano, el destino parece burlarse de ellos con cada nuevo nacimiento. Esta sensación de fatalidad se intensifica con el uso de presagios a lo largo del cuento, como la imagen de la gallina degollada, que simboliza la muerte y la violencia. Quiroga utiliza estos elementos para subrayar la impotencia de los personajes frente a las fuerzas del destino. El cuento sugiere que, independientemente de las acciones de los personajes, el destino tiene un plan trágico que no puede ser evitado.
Tono y ritmo de la narración
El tono de la narración es predominantemente sombrío y opresivo, reflejando la creciente desesperación y el horror que se apodera de la familia Mazzini-Ferraz. Desde las primeras líneas, Quiroga establece un ambiente de fatalidad y tristeza. Este tono sombrío se ve reforzado por la descripción detallada de la degeneración física y mental de los hijos y el efecto devastador que esto tiene en la psicología de los padres. A medida que la historia avanza, el tono se torna aún más oscuro, culminando en una sensación de terror y desesperación ineludibles. La narrativa, impregnada de una sensación de tragedia inminente, lleva al lector a través de un viaje emocional que refleja el sufrimiento de los personajes.
Por su parte, El ritmo de la historia es deliberado y metódico, creando una sensación de inquietud y tensión creciente. Quiroga utiliza un ritmo pausado al principio, deteniéndose en descripciones detalladas que establecen la atmósfera y profundizan en el sufrimiento de la familia. Este ritmo metódico permite que el lector se sumerja completamente en el mundo de los personajes y comprenda la profundidad de su desesperación. A medida que la historia se acerca a su clímax, el ritmo se acelera, aumentando la sensación de urgencia y pánico. Esta aceleración es especialmente evidente en la escena final, donde los eventos se desarrollan rápidamente, llevando a un desenlace abrupto y horroroso.
El uso de un ritmo variable es una técnica eficaz que Quiroga emplea para manipular las emociones del lector, llevándolo desde una profunda empatía por el sufrimiento de los personajes hasta el horror ante la culminación trágica de la historia. Este manejo del ritmo refuerza el tono sombrío del cuento y contribuye a su impacto emocional duradero.
Técnicas literarias que emplea Horacio Quiroga para contar la historia
Una de las técnicas más notables que emplea Quiroga en el cuento es el uso de la descripción detallada. Quiroga se sumerge en descripciones minuciosas tanto de los entornos como de los personajes, creando imágenes vívidas que atraen al lector al mundo que ha construido. Estas descripciones van más allá de lo meramente visual, tocando los sentidos y las emociones. Por ejemplo, el retrato de los hijos en su estado de deterioro no solo presenta una imagen visual, sino que también evoca una profunda sensación de tristeza y desolación. Esta atención al detalle en la descripción es fundamental para establecer el tono sombrío y la atmósfera opresiva del cuento.
Otra técnica empleada por Quiroga es la construcción de simbolismos. El acto de degollar la gallina es un poderoso símbolo que refleja varios temas del relato, incluyendo la violencia, la inocencia perdida y la fatalidad. Este simbolismo no es casual; se utiliza para reforzar el impacto emocional de la historia y para subrayar las conexiones entre los eventos y los temas subyacentes.
Quiroga también utiliza el contraste y la comparación para resaltar las diferencias entre los personajes y sus experiencias. La contraposición entre la vida de Bertita, llena de amor y cuidados, y la de sus hermanos, marcada por el abandono y la negligencia, es un ejemplo claro. Esta técnica sirve para profundizar en la tragedia de la historia, exponiendo las divisiones y los conflictos dentro de la familia.
Además, como ya se indicó, la narración en tercera persona omnisciente es una herramienta crucial en manos de Quiroga. Le permite explorar los pensamientos y emociones de los personajes, especialmente los de los padres, ofreciendo una visión completa de su angustia y desesperación. Esta perspectiva omnisciente también facilita la construcción de una sensación de fatalidad, ya que el narrador puede ofrecer detalles y presagios que los personajes no pueden ver.
Finalmente, Quiroga demuestra un dominio del ritmo narrativo, alternando entre momentos de descripción detallada y secuencias de acción rápida. Esta variación en el ritmo ayuda a mantener la tensión y el interés del lector, llevándolo a través de una gama de emociones que culminan en el impactante clímax del cuento.
Influencia del contexto histórico y cultural
En el caso de «La gallina degollada», uno de los reflejos más evidentes del contexto histórico en que fue escrito el cuento es la actitud hacia la enfermedad y la discapacidad. En la época de Quiroga, prevalecían la ignorancia y los prejuicios en torno a las discapacidades mentales y físicas. El tratamiento y la comprensión de estas condiciones estaban lejos de lo que conocemos hoy. En el cuento, la condición de los cuatro hijos es vista como una maldición o un estigma, lo que refleja las actitudes contemporáneas hacia la discapacidad. La desesperación de los padres por tener un hijo «normal» y su posterior negligencia hacia los hijos con discapacidad resaltan estas actitudes y revelan la falta de recursos o apoyo para familias en estas situaciones.
Quiroga también se ve influenciado por el Modernismo literario, un movimiento que buscaba renovar la expresión artística en Latinoamérica. Esta influencia se manifiesta en su estilo de escritura, que se aparta de lo convencional y explora nuevas formas de expresión. A través de su lenguaje y su estructura narrativa, Quiroga pinta un cuadro sombrío que refleja las inquietudes y la complejidad de la época.
Conclusión general sobre el cuento «La gallina degollada» de Horacio Quiroga
«La gallina degollada» de Horacio Quiroga es un cuento que destila una complejidad psicológica y simbólica profunda. En su núcleo, Quiroga no solo narra la historia de una tragedia familiar, sino que también hilvana una reflexión profunda sobre temas como la naturaleza humana, la fragilidad de la vida familiar y las oscuras sombras que pueden acechar en la psique de las personas.
En primer lugar, el tratamiento de los personajes revela una mirada incisiva y despiadada hacia las dinámicas familiares. La pareja, Mazzini y Berta, inicialmente unidos en el amor y la esperanza, se ven gradualmente consumidos por el resentimiento y la desesperación. Esta evolución es un reflejo agudo de cómo la adversidad puede deformar el amor y transformarlo en algo irreconocible. La incapacidad de los padres para enfrentar y aceptar la condición de sus hijos mayores es un elemento crítico en la historia. Quiroga no se limita a presentar este rechazo como una faceta de la trama; más bien, lo utiliza para explorar cómo el miedo y la incomprensión pueden llevar a las personas a actos de negligencia y crueldad.
La representación de los cuatro hijos es otro aspecto donde Quiroga muestra su maestría. A través de ellos, se explora la inocencia en su forma más primitiva y vulnerable. Estos niños, reducidos a un estado casi animal, son tanto víctimas de su condición como del mundo que los rodea. La tragedia de su existencia es un potente comentario sobre la marginalización y el estigma asociado a la discapacidad. Además, la imitación del acto de degollar una gallina, que llevan a cabo los hijos, no solo es un momento de horror puro, sino también un reflejo de cómo la violencia y la brutalidad pueden ser aprendidas y repetidas, un eco oscuro de las teorías del comportamiento y la psicología.
La ambientación del cuento es otro aspecto que Quiroga maneja con habilidad. La casa, que debería ser un santuario de seguridad y amor, se convierte en un escenario de desolación y horror. Este espacio, dividido entre el descuido hacia los hijos mayores y el cuidado hacia la hija menor, es un reflejo físico de la fractura emocional y moral de la familia. La tensión y el terror crecen en este espacio cerrado, culminando en un acto de violencia inimaginable.
A través de su lenguaje preciso y sus imágenes potentes, Horacio Quiroga logra sumergir al lector en una experiencia visceral. La historia va más allá del mero shock y el horror; incita a una reflexión profunda sobre temas como la responsabilidad parental, la naturaleza de la inocencia y la brutalidad, y los límites de la compasión. Quiroga consigue con éxito crear un cuento que es tanto una narración convincente como una reflexión filosófica sobre temas universales. El autor despliega una mirada implacable hacia las partes más oscuras de la naturaleza humana, mostrando cómo el sufrimiento puede deformar el alma y llevar a actos de violencia inexplicable. A través de su narrativa, cuestiona la capacidad de los seres humanos para enfrentar y superar su propia oscuridad, un tema que puede ser extremadamente perturbador para la experiencia del lector.