Mario Benedetti: No te salves

Mario Benedetti

No te quedes inmóvilal borde del caminono congeles el júbilono quieras con desganano te salves ahorani nunca no te salvesno te llenes de calmano reserves del mundosolo un rincón tranquilono dejes caer los párpadospesados como juiciosno te quedes sin labiosno te duermas sin sueñono te pienses sin sangreno te juzgues sin tiempo pero si pese … Leer más

Mario Benedetti: Aquí se respira bien

Mario Benedetti

—¿Nos sentamos en éste? —pregunta el Viejo. —Mejor aquél. Tiene más sombra. Por más que nadie intenta arrebatárselo, Gustavo se cree obligado a correr para asegurarse el usufructo del banco. El padre llega después, sin apuro, con el saco en el brazo. —Se respira bien en este rinconcito —dice, y para demostrarlo resopla ostensiblemente. Luego … Leer más

Mario Benedetti: A imagen y semejanza

Mario Benedetti

Era la última hormiga de la caravana, y no pudo seguir la ruta de sus compañeras. Un terrón de azúcar había resbalado desde lo alto, quebrándose en varios terroncitos. Uno de éstos le interceptaba el paso. Por un instante la hormiga quedó inmóvil sobre el papel color crema. Luego, sus patitas delanteras tantearon el terrón. … Leer más

Mario Benedetti: Fin de semana

Mario Benedetti

Esperó al padre en la puerta de la escuela. Como todos los viernes. A partir del divorcio, Fernando vivía con su madre, pero los fines de semana eran del padre. Antes de cualquier dictamen impuesto, ellos lo habían resuelto amigablemente, sobre todo para no herir al hijo con enfrentamientos inútiles. Nunca llegaba en hora, pero … Leer más

Mario Benedetti: Corazonada

Mario Benedetti

Apreté dos veces el timbre y en seguida supe que me iba a quedar. Heredé de mi padre, que en paz descanse, estas corazonadas. La puerta tenía un gran barrote de bronce y pensé que iba a ser bravo sacarle lustre. Después abrieron y me atendió la ex, la que se iba. Tenía cara de … Leer más