Amparo Dávila - Alta cocina

Amparo Dávila: Alta cocina

«Alta cocina» es un perturbador relato de Amparo Dávila que explora la crueldad y el horror. En una casa, cada domingo se prepara un peculiar y macabro platillo, cuyos ingredientes emiten gritos desgarradores mientras son cocidos vivos. A través de los ojos de un observador aterrorizado, el cuento revela la indiferencia de las personas ante el sufrimiento y la agonía de esas pequeñas criaturas, cuyos ojos negros y brillantes imploran piedad. La memoria de esos gritos sigue persiguiendo al narrador, dejando una marca imborrable de horror y repulsión.

Juan José Arreola - La migala

Juan José Arreola: La migala

«La migala» es un inquietante relato de Juan José Arreola publicado en la colección Cuentos breves latinoamericanos (1952), que explora los límites del miedo y la angustia. El narrador, tras sufrir una profunda decepción amorosa, compra una migala para convertir su hogar en un espacio de constante terror. La presencia de la araña, invisible pero siempre latente, simboliza el infierno personal del protagonista, un tormento autoimpuesto que lo mantiene en un estado de vigilia perpetua.

José Revueltas - La acusación

José Revueltas: La acusación

«La acusación» de José Revueltas es un relato inquietante que sumerge al lector en un pueblo mexicano donde la superstición y el miedo dominan. La historia gira en torno a Cristóbal, un hombre marcado por un ojo de vidrio que el pueblo considera maldito. A través de una narrativa no lineal, Revueltas explora la injusticia, la crueldad de las masas y la tendencia humana a buscar chivos expiatorios. Esta obra maestra de la literatura mexicana desafía al lector a reflexionar sobre la naturaleza del prejuicio y la violencia colectiva.

José Emilio Pacheco - Aqueronte

José Emilio Pacheco: Aqueronte

En el cuento «Aqueronte» José Emilio Pacheco narra la historia de una joven que entra a un café un domingo por la tarde, después de la lluvia. Se sienta sola, pide una limonada y comienza a escribir en su cuaderno, mientras los demás clientes del café la observan con curiosidad. Un joven en la terraza también la nota, y sus miradas se cruzan tímidamente a través del ventanal. La muchacha continúa escribiendo, aparentemente atrapada en sus pensamientos. Él, intrigado, la observa discretamente mientras juega con su café. La tensión entre ambos crece en un juego de miradas y silencios, hasta que la joven escribe algo en una hoja y llama al mesero, desencadenando una inesperada reacción que cambia la atmósfera del café.