Elena Garro: El día que fuimos perros. Resumen y análisis
En El día que fuimos perros, dos niñas, Eva y Leli, se quedan solas en una gran casa de provincia mientras su familia huye del calor veraniego. En medio del abandono y el tedio, deciden transformarse simbólicamente en perros y se integran en el mundo de Toni, el perro de la casa encadenado en el jardín. Adoptan los nombres de Cristo y Buda, y viven un día en un tiempo paralelo, ajeno al orden humano. Allí observan una escena de violencia: dos hombres se enfrentan y uno mata al otro. Los soldados interrogan a las niñas-perros, quienes responden con ladridos, y el asesino es arrestado. El crimen, sin embargo, las marca; el juego se quiebra y, al regresar a la casa, ya no pueden mantener la ficción animal. La noche se carga de presencias fantasmales y las niñas comprenden que han cruzado una línea: la experiencia del crimen las ha expulsado de la inocencia y de cualquier cielo posible, incluso del imaginado para los perros.