Cristina Peri Rossi: Una pasión prohibida
Lo mandaron a Europa porque estaba enamorado. El padre —que no entendía de amores— pensó que las ciudades, los monumentos, los museos y los puentes lo distraerían. Pero las ciudades siempre tenían una letra, un campanario, una plaza, un ruido de agua que la evocaban, en los museos halló cada vez un torso o un … Leer más