Haruki Murakami: ¿Para quién escribo?
En las entrevistas suelen preguntarme qué tipo de lectores imagino cuando escribo. Siempre que me plantean esta cuestión dudo qué responder, pues nunca he tenido especial conciencia de escribir para
Umberto Eco: Sobre un libro no leído
Recuerdo (pero, como veremos, también podría ser que no recuerde bien), un artículo buenísimo de Giorgio Manganelli en el que explicaba cómo un lector agudo puede saber que un libro
Henry Miller: La lectura en el retrete
Hay un tema relacionado con la lectura de libros que creo que vale la pena desarrollar porque implica un hábito que es muy generalizado y sobre el cual, que yo
Osvaldo Soriano: Borges: El símbolo de un encono permanente
Este es un réquiem a Jorge Luis Borges, escrito el mismo día de su muerte a pedido de Il Manifesto. El diario quería que yo intentara explicar lo inexplicable: por
Virginia Woolf: «Jane Eyre» y «Cumbres borrascosas»
De los cien años que han pasado desde que naciera Charlotte Brontë, ella, centro ahora de tanta leyenda, devoción y literatura, vivió sólo treinta y nueve. Resulta extraño reflexionar sobre
Marguerite Yourcenar: Borges o el vidente
En la leyenda de todos los pueblos podemos encontrar esa imagen llamada arquetípica: el poeta ciego. En la India, tenemos a Valmiki, autor legendario del Ramayana, que sentía correr bajo
Umberto Eco: Tocar los libros
En el transcurso de las últimas semanas he tenido la oportunidad de hablar en dos ocasiones distintas de la bibliofilia, y en ambos casos había muchos jóvenes entre el público.
Gabriel García Márquez: Mi Hemingway personal
Lo reconocí de pronto, paseando con su esposa, Mary Welsh, por el bulevar de Saint Michel, en París, un día de la lluviosa primavera de 1957. Caminaba por la acera
Eduardo Galeano: Una casa de palabras para Julio Cortázar
Julio es una larga cuerda con cara de luna. La luna tiene ojos de estupor y melancolía. Así lo voy viendo en la penumbra del entresueño, mientras desato las pestañas.
Saúl Yurkiévich: Diez razones para leer a Cortázar
1. Razón literaria: la primera y primordial, aunque Cortázar subordine a veces lo literario a la transmisión de un conocimiento vivencial. La suya es literatura en su plenitud, o sea,
Gabriel García Márquez: Estas navidades siniestras
Ya nadie se acuerda de Dios en navidad. Hay tantos estruendos de cometas y fuegos de artificio, tantas guirnaldas de focos de colores, tantos pavos inocentes degollados y tantas angustias
Hermann Hesse: Leer y poseer libros
Es muy habitual entre nosotros considerar cada trozo de papel impreso como un valor, y que todo lo impreso es fruto de un trabajo intelectual y merece respeto. De vez