Graham Greene: Una salita cerca de la calle Edgware
Bajo la suave llovizna estival, Craven pasó junto a la estatua de Aquiles. Acababan de encender las luces, pero ya los coches se apiñaban en dirección de Marble Arch, y
Bajo la suave llovizna estival, Craven pasó junto a la estatua de Aquiles. Acababan de encender las luces, pero ya los coches se apiñaban en dirección de Marble Arch, y
Peter Morton se despertó sobresaltado al enfrentarse con la primera luz del día. A través de la ventana, podía ver una rama desnuda inclinándose en un marco de plata. La
Me encontró al anochecer, bajo los árboles que crecían en las afueras de la aldea. Jamás me había preocupado de ella, y de haberla visto aproximarse, me habría escondido sin
Mr. Thriplow adquirió su primer y último billete de lotería en Veracruz. Había ingerido dos vasos de tequila, a fin de darse ánimos para subir al horroroso barquito mejicano de
La mujer llevaba la frente ceñida con una cinta anaranjada que recordaba el estilo de los años veinte. Su voz destacaba sobre la charla de sus dos compañeros, sobre el
Un largo recorrido por tren un anochecer a fines de diciembre es, en esta nueva versión de la paz, una experiencia lúgubre. Supongo que mis compañeros de viaje y yo