Ray Bradbury: Nunca más la veo
Alguien golpeó suavemente la puerta de la cocina, y cuando la señora O’Brian abrió, allí estaba su mejor inquilino, el señor Ramírez, entre dos oficiales de policía. El señor Ramírez se quedó en el porche, inmóvil, pequeño. —¡Señor Ramírez! —dijo la señora O’Brian. El señor Ramírez parecía agobiado, como si no encontrara palabras para explicar la situación. Había … Leer más