Nicomedes Guzmán: La ternura
¡HOJALATERIA qué componeee… le!… Rengueando, rengueando, el viejecillo voceaba cansadamente, mirando a todos lados, deseoso de que una seña humana cualquiera le indicara la posibilidad de alguna pequeña ganancia. El ansia ferviente de que siquiera en estas postreras horas del día la suerte se apiadara de su decrepitud, de su adulta orfandad y de su … Leer más